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Si se pide a los recién casados Abena y Ade que elijan una canción que represente su viaje hasta ahora, dirán sin dudarlo "The Matrimony" de Wale y Usher. Es el monólogo de Jerry Seinfeld que abre la canción lo que más resuena en la pareja: "Comprometerse es la primera cuesta de la montaña rusa", explica el veterano cómico.

Las malas noticias llegaron en oleadas. El lugar que Abena y Ade habían reservado para su ceremonia les informó de que cerraría indefinidamente; la última prueba del vestido de Abena se canceló, así como las pruebas de los vestidos de sus damas de honor y la última prueba del traje de Ade, después de que una orden obligara a cerrar todos los negocios no esenciales. Además, los novios sólo dispusieron de un breve margen de tiempo para recoger sus anillos antes de que cerrara la joyería. Pero incluso cuando el virus saturó los hospitales, cerró las escuelas y alteró por completo todos los aspectos de la boda, Abena, enfermera especializada, y Ade, educador especializado en necesidades especiales, sabían que la inminente agitación no era suficiente para disuadirles de casarse en su fecha original, el 4 de abril, el día después de su 12º aniversario.

"Hay tantas cosas que hay que hacer para planear una boda que la gente se olvida de lo que es estar casado", cuenta Abena a ELLE.com sobre su decisión de seguir adelante con la ceremonia. ¿Su plan B? Pedir a familiares y amigos que se conectaran a la aplicación del momento, Zoom, un servicio de videoconferencia que se ha convertido en la plataforma de referencia para reuniones virtuales, happy hours y, ahora, bodas.

"Para nosotros era la oportunidad de terminar lo que habíamos empezado. Empezamos este viaje siendo novios desde hacía varios años y, aunque las cosas iban cambiando, no queríamos usar eso como excusa para no ser fieles a nuestros corazones y hacer lo único que queríamos, que era casarnos el día que elegimos inicialmente", añade Ade.

Sin embargo, Abena se sumió en su depresión al ver cómo la boda que había planeado durante los dos últimos años se desmoronaba ante sus ojos, al tiempo que tenía que hacer frente a las consecuencias reales de la pandemia en el trabajo, como la escasez de equipos de protección individual (EPI) en Nueva York. Entonces Sandy, una de las damas de honor de Abena y la "organizadora de eventos" del equipo, propuso la idea de celebrar una boda con Zoom y reunió a todo el equipo nupcial para llevar la idea a buen puerto. Lo que siguió fueron docenas de pedidos de Amazon Prime, la compra de un vestido de novia en el último minuto y la instalación de un estudio fotográfico de bricolaje, todo lo cual culminó en una boda Zoom especial para 50 personas que se organizó en una semana.

"Todo lo que está ocurriendo en el mundo pone de manifiesto lo preciosa que es la vida en este momento", continúa Abena. "Esta ha sido una oportunidad para que todos nosotros tomáramos conciencia de quiénes somos. En cuanto a la relación entre Ade y yo, nos basamos en nuestro amor y eso es todo lo que necesitábamos. Nos sentíamos bien".

A continuación, Abena, Ade y el cortejo nupcial comparten sus consejos para conseguir una boda Zoom en tan poco tiempo.

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